En días pasados, el Ejecutivo expresó que en 2017 “logramos mantener el barco a flote”, esperando un buen 2018: «Creo que a final de cuentas concluye un 2017 que fue mejor de lo que pintaba a inicios de este año. Creo que logramos mantener el barco a flote, generando empleos, creciendo económicamente y ahora pues a enfrentar los retos del próximo año”.
Si bien los números en materia de empleo son buenos, y de un crecimiento económico que con las Reformas Estructurales íbamos a crecer arriba de un 5% (si bien nos va, alrededor de un 2%) la expectativa para 2018 no son alentadoras.
Recordemos que al inicio de este sexenio, el dólar se encontraba en $12.93 al día de hoy se encuentra en un precio de 20 pesos por dólar derivado de la volatilidad a la que nos encontramos en una guerra de divisas mundial de la que México no es ajeno. Con la reforma fiscal en EU ha generado una incertidumbre en los mercados (tal como a inicios de año paso con las elecciones en EU al llegar a $22 el dólar) en la que BANXICO ha intervenido para suavizar este efecto.
2018 es la suma de expectativas de este sexenio, de las promesas hechas en campaña, del voto de castigo probablemente y veremos si esta administración cierra con “broche de oro”, las expectativas son muchas y los oráculos políticos están pronosticando varios escenarios de los cuales el tema de incertidumbre genera ese miedo en los mercados. Mientras más se vayan acercando las elecciones en México, este se reflejará en los mercados y es muy probable el alza en el tipo de cambio por esas fechas venideras.
Dependiendo si se da o no la continuidad para el siguiente sexenio, existen muchas interrogantes que se tendrán que ir despejando durante este 2018: la inflación, el tipo de cambio, la deuda, las reformas (otra vez) de la laboral y fiscal, reforma a las pensiones, la calidad del gasto público, el robustecimiento de las finanzas públicos y la seguridad. Hace dos años teníamos una inflación mínima histórica del 2% (la cual comentamos ampliamente en anteriores entregas) al encontrarnos ahora por encima del 6% y no se visualiza que baje en 2018.
Una tasa de interés del 3% hace tres años para situarnos actualmente en un 7.25% y de seguir la actual política monetaria esta seguiría en ascenso como en los niveles del 2008: un 8.25% dado que en el último ajuste efectuado se esperaba que fuera al 7.50% y de seguir el impacto inflacionario este sería el desliz esperado del 2018 con la incertidumbre del precio del barril de petróleo y la gasolina.
Las reservas internacionales continúan bajando al situarse actualmente en 172 mil millones de dólares, cuando estábamos en un pico de 196 mil millones de dólares en este sexenio (2014), por lo que habrá que cuidar la base monetaria y BANXICO podría dar una sorpresa en el siguiente año. A lo anterior la sumamos la incertidumbre del TLC y como quedaría el tratado que se ha ido alargando las reuniones y acuerdos. La realidad es que la suma de aspectos internos ha logrado sobrellevar los acontecimientos externos que suceden en la economía.
Sobre la necesidad de una reforma fiscal en nuestro país por el efecto en EU, lo comentaremos en la próxima entrega. De lo que nos tenemos que enfocar es en nuestro trabajo y en cómo ser más productivos. El tema de las elecciones es el punto central del siguiente año por los impactos que conlleva.
Bien o mal, la economía se ha mantenido en los vaivenes de los mercados reflejándose en el bolsillo de los mexicanos, sacando a flote este país; México es de corcho, no se hunde.
Feliz año 2018