¿Qué esperar de la luz, gasolina y el gas?

Los energéticos. De entrada podemos decir que el costo del gas ha ido incrementándose desde el año pasado en su liberación, más de un 40% debido a que estamos elevando  el nivel de importación no solo del gas LP, sino la gasolina generando a un costo de dólar mucho mayor; por simple matemática aumenta su costo (mayor importación, mayor costo). Por lo que estos dos factores son de impacto en nuestra economía, y seguirán si le sumamos la esperada alza al precio del petróleo a nivel internacional.

El gas ha tenido una considerable baja en su producción nacional y según pronósticos del Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas) seguirá bajando, confirmándolo la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Por lo que este tema se vuelve prioridad en este sexenio (cambio de gobierno) que empezará a finales de este año. Será similar el nivel de exportación que tenemos de la gasolina: alrededor de un 70%.

¿Tenemos que ya empezar a manejar el tema de una seguridad energética? ¿Qué sucede si sube el tipo de cambio? ¿Podemos traer energéticos, por ejemplo, desde Rusia? Y con lo anterior, la inflación esperada podría ser todavía mayor no solo en este año, sino en los siguientes.

La expectativa desde el año pasado es que el precio del petróleo llegue nuevamente a los 100 dólares por barril, lo que al parecer para la ley de ingresos del siguiente año se verá un incremento esperado por los ingresos petroleros proyectados así como las coberturas que año tras año se han venido realizando (inclusive se espera que sea más barata en esta ocasión) para asegurar el precio del barril de petróleo y por ende los ingresos del país. Otro tema sería la seguridad energética así como las finanzas públicas en base al presupuesto de la nueva administración.

La luz se ha observado un incremento no solo por su precio, sino por su consumo y costo de producción, aun a pesar del subsidio por temporada ¿lo ha sentido en su recibo de luz? El próximo titular de la CFE tendrá que combatir el rezago administrativo en todas sus áreas; incluyendo sus principales pasivos. Algo similar con lo que paso con PEMEX aunque en mayor medida. De ahí se observará el primer efecto que se trasladará al precio de la luz. Las tarifas eléctricas domésticas de Alto Consumo (DAC) – la de los hogares – en nuestra localidad han tenido un incremento dado que se conforme de dos costos: uno fijo y otro de la cantidad de energía consumida, por eso varía pudiendo llegar entre un 5 y 10%. Lo anterior es que el Gas que se utiliza principalmente en su producción también se elevó.

En el tema de la gasolina, los impuestos como el Impuesto Especial de Producción y Servicios (IESPS), se han estado aplicando estímulos fiscales para que no incidan (de por sí) en su precio y obviamente un impacto en los demás productos generando inflación general. Esta semana que paso (DOF del 20/07/18) se publicó un estímulo de los más bajos al situarse en 39.91% la Magna, en 17.68% la Premium y un 36.27% el diésel, quedando la cuota del IESPS (ya disminuida) en $2.758, $3.194 y $3.212 respectivamente; cuando ha estado por encima del 65% el estímulo a la magna y diésel y 50% la Premium (en mayo de este año). Algo está pasando dado que la baja en su precio internacional se da por el mes de septiembre normalmente: principalmente se debe a que ha venido bajando el precio del dólar.

Como hemos venido comentando, el IESPS en las gasolinas (que oscila entre el 30 y 40% del costo los impuestos)  el gobierno lo ha utilizado para “nivelar” su precio vía la aplicación del estímulo fiscal teniendo una disminución en este rubro en sus ingresos presupuestarios ¿Cómo subsanarlo? Vía el ingreso petrolero y “surfeando” el IESPS con estos aumentos/disminuciones semanales teniendo un gasto fiscal el gobierno por esta política de “mantenimiento inflacionario” a lo que varios técnicos ya están dando el grito en el cielo al señalar (la cual es cierto) se benefició a los que más ingresos tienen al ser menor lo que gastan los más pobres. ¿Lo quitamos? ¿Lo mantenemos? ¿Acaso tendremos que ir con nuestra credencial de pobres para tener acceso y el rico no? Es un tema complicado que obviamente no solo incide en finanzas públicas sino en la de los hogares mexicanos; de ahí la reforma que se dio en este sexenio de “despetrolización” del Presupuesto Fiscal.

Lógicamente si se elimina el IESPS, el precio de la gasolina disminuiría considerablemente, pero otra vez afectaría a los ingresos tributarios del país; recordemos que en las leyes de ingresos anteriores el IESPS en gasolina venía en negativo. Por lo que habría (nuevamente) un problema en las finanzas del país que pagaríamos de todas maneras nosotros los mexicanos. Si realmente se da el aumento de precios a nivel internacional del petróleo, la gasolina absorbería tal alza ¿dará lo suficiente e estímulo fiscal? ¿El precio del dólar bajará para contrarrestar su precio? ¿Y las refinerías nacionales?

En un artículo de Blooomberg “Gasoline Prices Around the World: The Real Cost of Filling Up” (https://www.bloomberg.com/graphics/gas-prices/#20181:Mexico:MXN:l)   México queda en el 15º lugar (19.79 MXN per liter) de entre 61 países sobre los que gastamos más en gasolina en proporción a sus ingresos anuales; o sea, somos de los que gastamos la mayor parte de nuestros ingresos en su consumo ¿ya ha sacado sus cuentas? En las empresas hemos llevado un alza registrada hasta de un 20% en el consumo de energéticos, principalmente en el costo/gasto de la gasolina dependiendo el tipo de sector.

Probablemente sea un crudo cierre del 2018.

 

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